miércoles, 30 de diciembre de 2009

Cuando la anormalidad es lo normal



una aproximación a la sociología del deterioro

En búsqueda de explicaciones sobre el horrible deterioro venezolano y la aparente indiferencia con la cuál nuestra sociedad la ve (o no la ve), me interesó mucho lo que dijo el Dr. Enrique Tejera París en entrevista que le hicieran Fausto Masó y Roberto Giusti (“Golpe a Golpe”, del 23 de Diciembre pasado) .
Decía Tejera París algo que yo había olvidado, que en los Andes venezolanos predominó por años el bocio endémico, ese engrosamiento de la tiroides debido, entre otras causas, a la falta de yodo en la dieta. Como resultado de ello los habitantes de las aldeas andinas consideraban ese engrosamiento, visible en el cuello, como “normal”, todos lo mostraban. Cuando algún viajero pasaba por allí sin esta deformación, los habitantes del lugar se burlaban de el/ella, llamándolos(a) “pescuezo de violín”. El bocio endémico en los Andes venezolanos era lo “normal” y lo verdaderamente normal era, por lo tanto, estigmatizado.
Recuerdo también que, en los años 80, cuando trabajaba en el BID y regresaba a Venezuela de visita, mis amigos se burlaban de mí al verme usar el cinturón de seguridad al manejar. “Estás bien agringado”, me decían, ante lo que consideraban un gesto indigno de un “macho”.
Más atrás todavía, en el Los Teques de los años 40, mi mamá instaló una serie de recipientes para la basura en algunas esquinas del pueblo. Su iniciativa fracasó porque los tequeños botaban sus papeles al lado del recipiente, no adentro. Pensarían que usar el recipiente no era lo “normal”, desafiaban ese intento de imponerles algo exótico.
Y recuerdo también un viejo del pueblo que me advertía contra el uso del agua Colonia (la Jean Marie Farina) diciéndome: “el hombre macho debe oler a chivo”.
Yo creo que eso es, en gran medida, lo que nos está sucediendo en Venezuela. El “bocio” del deterioro se ha ido haciendo lo esperado, lo normal y ello adormece la voluntad de la sociedad para luchar contra lo que es claramente una deformación. El envilecimiento del lenguaje, la basura en las calles, el racionamiento de agua (llamado “programa de abastecimiento especial”, de manera muy creativa, por HidroCapital) son vistos más y más como la “norma”. El no tener en la familia un secuestrado o un muerto puede llegar a ser visto por los venezolanos como una señal de “progreso”, como si “la cosa no está tan mál como dicen algunos”. Por ello, la arepera socialista, una arepera, por favor, se convierte en una gran noticia y la Agencia Bolivariana de Noticias se permite titulares así: “ Planta de PDVSA en Anzoategui cumple con requisitos ambientales”. La ausencia de una violación es noticia, cuando ello es algo que debería ser visto como la norma.
Todos los días los venezolanos nos vemos al espejo y nos parece que no hemos envejecido. Todos los días hay un poco más basura en las calles pero ella se ha hecho parte del entorno esperado. Todos los días asesinan a más venezolanos pero ese detalle se convierte en estadística. Todos los días hay oportunidad de agradecerle al régimen porque “llegó el azúcar”. Y nos sentimos felices de haber encontrado alcaparras para las hallacas.
Exagerando un poco, eso de ir a un gran super mercado en USA, en Chile o en Aruba, donde todo, absolutamente todo, está en los estantes, donde se exhiben 15 variedades de café, carece del sentido de la aventura que representa salir a comprar café en Venezuela. Y la aventura pudiera llegar a ser el encanto.
Lo que se denomina capacidad de adaptación puede ser muy positivo. Ha ayudado a mucha gente privada de libertad a conservar su sanidad mental. Pero cuando se confunde la capacidad de adaptación con la pasividad y la resignación, eso es otra cosa.
Daré un ejemplo: hoy leo en la prensa de Washington que en esa ciudad se cometieron 138 homicidios durante el año, la cifra más baja de los últimos 45 años. Este es el número de homicidios que se cometen en Caracas en un mes, la cifra más alta en nuestra historia.. Como toleramos haber llegado allí, sin que haya una verdadera revolución en el país?

1 comentario:

Anónimo dijo...

LOs tres personajes mencionados por coronel son de la mas rancia y radical oposicion del chavismo,por que no le preguntan al pueblo sobre la revolucion?

JG