sábado, 12 de junio de 2010

Hugo Chávez y su pandilla incursos en usura y agavillamiento.

*** A fin de tender una cortina de humo, la homeópata política Luisa Ortega Díaz decide acusar a Guillermo Zuloaga y a su hijo del mismo crimen cometido por la pandilla chavista.
*** En marcha la estrategia alimentaria de la pandilla, consistente en entrenar al pueblo a comer comida podrida, como en Cuba.
En el mal oliente asunto de los alimentos podridos, en el cual Hugo Chávez, Rafaél Ramírez y unos 130 aprovechados miembros de la pandilla chavista han sido indiciados conclusivamente por la opinión pública nacional e internacional, ha existido usura, nada genérica sino muy precisa, y agavillamiento, delitos penados con prisión en las peores cáreles del mundo, las venezolanas. Se trata de la importación con bolívares preferenciales de unos 70 millones de kilogramos de comida “vencida”, según ha confesado la actual presidenta de la mafia llamada PEDEVAL, una de la varias tribus que componen la gran pandilla. Estos kilogramos, estimados conservadoramente en unos Bs. 10 por unidad, arrrojan un fraude a la nación estimado en unos 700 millones de bolívares “fuertes”, es decir, unos 340 millones de dólares al cambio oficial/artificial establecido por el gobierno. La usura conssitió en pagar estos alimentos “vencidos” a precio bajo y facturar a la nación a precios altos, para embolsillarse el excedente presupuestario, según el procedimiento descrito por el destacado palangrista Miguél Salazar en su columna de verdades de los viernes. El agavillamiento es evidente, ya que desde el jefe de la pandilla hasta sus miembros más modestos hablan de que están muy orgullosos de ser miembros de la gran mafia alimentaria.
A fin de desviar la atención de este gran fraude contra la nación, el jefe de la pandilla ha ordenado la captura del presidente de GLOBOVISION, Guillermo Zuloaga y de su hijo. La orden se basa, según la miembro o miembra de la mafia, la abogada especializada en homeopatía política, Luisa Ortega Diaz, en los delitos de…. usura genérica y agavillamiento. Es decir, la pandilla chavista acusa a sus adversarios de los mismos crímenes que ellos cometen, a fin de sembrar la mayor confusión posible.
Esta es una especialización estratégica de origen cubana llamada homeopatía política.

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