domingo, 17 de julio de 2011

Entre el Gran Gasoducto del Sur y el truco de Pernambuco

Hace algunos años, por allá en 2005, el Presidente venezolano Hugo Chávez les prometió a los miembros del Mercosur un gran gasoducto que iría desde Venezuela hasta Argentina, a fin de darle gas venezolano a Brasil, Bolivia, Argentina y Uruguay. “Daremos a nuestros hermanos todo el gas que requieran, gas del bueno”, diría Chávez. SI no tienen dólares nos pueden pagar en ganado, leche, frijoles, coca, lo que tengan, agregaba eufórico el gran estadista barinés. Este gasoducto iría por unos 8000 kilómetros, de norte a sur, dándole nuestra riqueza a los hermanos bolivarianos y otros.

Hoy nadie habla de ese gasoducto. Después de tanta alharaca Chávez tuvo que meterse la lengua en el paltó porque el proyecto tenía algunos problemitas que Rafaél Ramírez no le había comunicado: (1), no había gas; (2), no había caños suficientes para 8000 kilómetros de gasoducto; (3), se necesitaban demasiadas estaciones de compresión; (4) tendríase que atravesar la Amazonia, algo que los brasileños no iban a permitir; ( 5), el costo del gas entregado en Argentina sería el triple de lo que podía costar por otras vías; (6), no había el dinero ni para poner la primera piedra.

Este gasoducto era pura habladera de paja, algo que Chávez ha hecho todos los días de su existencia, desde que vendía arañitas en las calles de Barinas. Lula y Petrobrás le llevaron la corriente por un tiempo. Kirchner si se entusiasmó porque era tan mediocre, tan ignorante y mál intencionado como Chávez. Por meses Chávez se llenó la boca con este proyecto.
Hoy, 2011, el gasoducto del sur reposa junto a otros proyectos, como el del eje Orinoco-Apure de Giordani y las rutas de la empanada, en el Museo del Tercer Mundo de Fuerte Tiuna.
Y el gas? Lo estamos importando, en parte, desde….. Colombia.

En 2006 Chávez, que ya había olvidado lo del caño al sur, llamó a Ramírez y le dijo: “Vamos a prometer una refinería en Brasil, Ramírez”. Y se fueron para Pernambuco donde, con el amigo Lula, pusieron la primera piedra de una refinería para 200.000 barriles diarios, y que a ser financiada mitad y mitad y alimentada con crudo brasileño y crudo venezolano en partes iguales. Segun Chávez esta refinería sería parte de un inmenso plan de cooperación entre hermanos y una demostración de soberanía, la cual Chávez define como “hacer lo que me dé la gana”. Lula se reía a carcajadas. Decía: “este loco nos va a pagar la mitad de la refinería, va a poner la mitad del crudo, la va a a construír una empresa nuestra, en el noreste de Brasil, empleando miles de brasileños. Que mangos más bajitos!”. En paralelo Chávez daba dólares para las escuelas de samba y besaba hombres vestidos de mujer para el desfile.

Y entonces comenzaron a hacer los planes de los brasileños, que se las saben todas. “Esto nos va a costar 2000, luego 4000, luego 8000, luego 10.000 millones de dólares”. Hoy en día el estimado del costo es de $12000 millones y la refinería es de apenas 230.000 barriles diarios. Petrobrás ha tratado de explicar el aumento debido a la revalorización de la moneda brasileña frente al dólar, ya que las inversiones mayores serán hechas en moneda local, según dicen. La verdad es que no importan lo que digan, este aumento de costos es inaceptable y ya es evidente que PDVSA no podría entrar a financiar su parte. La verdad, entre nos, es que Chávez nunca tuvo la menor intención de hacer una refinería en Brasil, o en Vietnam o en Siria o en la Mongolia Exterior. Esas promesas son parte de su “estrategia” para captar aliados. Lo que sucede es que sus “aliados’ aparentan creerle y lo viven en el presente, sabiendo que nunca va a hacer lo que promete.
Por eso es que Odebrecht está metida en Venezuela hasta el tuétano. Y los Iraníes. Y los Rusos. Y los Chinos. Y Raimundo y todo el mundo. Y por eso es que los cubanos mandan en Venezuela y además nos cobran por mandarnos.
Porque, mientras el palurdo que es Hugo Chávez habla hasta por los codos de Simón Rodríguez y de Ezequiél Zamora, canta y recita, estos países nos approvechan.
Y es que, como dice el violador, Daniél Ortega: “Todos los días nace un pendejo. Y el que se lo encuentre es de él”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y eso es verdad... El presidente pendejo de todos los pendejos, del chavismo y la oposición.

Anónimo dijo...

Sr.Coronel, por cierto, ¿como se podría evaluar la actuación de Luis Giusti, durante su permanencia al frente de PDVSA?. Será cierto lo escrito por el Cnel Claudio Turchetti, en su libro "El Informe Poseidón"?. Gracias de antemano. Saludos. Manuel Piar.